martes, 25 de abril de 2017
Jacoba, la mujer que habla con el corazón.
La vida de los pueblos es la vida de los sueños y anhelos de sus habitantes, hoy en la Facultad de Arquitectura y Diseño, ante un público atento y participativo fue presentada la obra “Jacoba, la mujer que habla con el corazón”, cuento infantil que obtuvo el primer lugar en el concurso organizado por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex).
La Dra. Bertha Abraham Jalil presentó la obra, hizo referencia a la importancia de recuperar y conservar la historia y cultura de los pueblos, de las etnias, que nos constituyen como país. La obra Jacoba, es más que un cuento, nos muestra la perspectiva de una cultura desde los ojos de una niña: Jacoba.
¿Cómo conocieron a Jacoba?
A partir de un estudio que realizó un colectivo de investigación sobre el arte de los textiles, se acudió con artesanos, y así llegaron a Temoaya donde Jacoba y a su madre Emiliana, son tejedoras de toda la vida. De ahí surgió un libro que editaron el Gobierno del Estado de México y la Universidad Autónoma del Estado de México, con motivo del centenario de la Revolución y bicentenario de la Independencia.
La autora, Flor de María, recordó y compartió como en el desarrollo de la investigación conoció a Jacoba, y desde el primer momento descubrió en sus alegres ojos la vitalidad de un ser que ama la vida y que se enfrenta a todos los escollos con absoluta fe y confianza. Su arte manifiesto en sus bordados expresan su creatividad e imaginación que le inspira su entorno: Enthaví, un pueblo de Temoaya. Jacoba muestra la ternura y nobleza que distinguen a esta tejedora de sueños de 58 años.
A continuación, el ilustrador de esta fascinante obra; Carlos Badillo compartió el desarrollo de las ilustraciones que engalanan al cuento, paso a paso. Resaltando que para el la creación de las imágenes es preciso el contacto entre autora-ilustrador, para interpretar con imágenes lo que se escribe en prosa. Un ejemplo los trazos de agua, de nubes, asemejan la trama colorida de hilos que doña Jacoba teje día a día.
La inspiradora de la obra doña Jacoba Flores, narró la emoción de saber que había inspirado esta obra, y externo su agradecimiento, su alegria que la hace vibrar. Compartió las desventuras e injusticias que vivió en su infancia al estar en una escuela donde no hablaban otomim y ella no hablaba español; razón por la que curso cuatro veces el primer año de primaria. “Tuve que esperar más de 30 años para ver por primera vez conociera una escuela donde se enseña otomí”.
Comenta ahora que ella misma enseña a escribir y leer en otomi. Sigue tejiendo, además su conocimiento de hierbas medicinales le lleva a tener un papel protagónico en su querido Entaví.
Ante las preguntas comento que tiene alegría y mucha fe, si bien lamenta que siga existiendo mucha injusticia en el mundo. Injusticia de la cual ella vivió la discriminación desde pequeña: Lamenta que su pueblo ha perdido el agua cristalina de los ríos, el aire limpio, con el paso de los años. Y que muchos de sus vecinos olviden sus raíces, ya no hablen el otomi y adopten modas y costumbres ajenas. Hay cosas buenas como la tecnología pero se han perdido muchos valores.
A pesar de todo sigue con esperanza ayudando y sirviendo en su comunidad: Entavi.
Estudiantes y docentes comentaron que este tipo de trabajo debe alentarse, úes tiende vínculos entre las universidades y la sociedad. Es la labor de los investigadores el tener una relación con la realidad social.
Así mismo, se reconoce la importancia del diseño gráfico, de la literatura, de la imaginación, para asumir entre los futuros diseñadores el compromiso social que con el arte, complementa la creación de un mundo mejor.
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