jueves, 28 de diciembre de 2017

Celebración de la fraternidad institutense.

 La historia del siglo XIX en México contempla la creación de diversas instituciones educativas, entre 1825 y 1879 se constituyeron 25 colegios o institutos de ciencias o colegios civiles, el primero de ellos fue el de Puebla, seguido por Jalisco, Guanajuato, Oaxaca y en sexto lugar el Instituto Literario del Estado de México.

En 1827 el Congreso Constituyente de la entidad aprobó la primera Constitución Política y retomó la propuesta educativa que consideraba todos sus niveles, en respuesta a lo señalado por los artículos 228 y 229:
En el lugar de residencia de los supremos poderes habrá un Instituto Literario, para la enseñanza de todos los ramos de instrucción pública […]. Habrá á lo menos en cada municipalidad una escuela de primeras letras, en que se enseñará á leer, escribir, las cuatro reglas de aritmética, el catecismo religioso y el político.


Así fue como el Instituto Científico y Literario (ICL) se fundó en 1828, con el propósito de formar a los cuadros dirigentes capaces de establecer el proyecto de nación planteado por los liberales constitucionalistas. El término "Instituto" descartaba a los de colegio y universidad, porque éstos tenían connotaciones de las instituciones coloniales atacadas por Mora. Y lo de "Literario", remitía a las humanidades y lo distinguía de lo técnico y lo científico. (Badia Muñoz, http://web.uaemex.mx/plin/colmena/Colmena%2050/Dossier/Graciela.html).

Alumnos destacados fueron; Juan A. Mateos, Arcadio Henkel, Ignacio Manuel Altamirano, Joaquín Alcalde, Gumesindo Mendoza, Jesús Fuentes y Muñiz, José María Velasco y Félix Cid del Prado. Uno de los maestros liberales más brillante fue Ignacio Ramírez “El Nigromante”. En la época de la muerte de Madero algunos de sus alumnos fueron:  Francisco M. de Olaguíbel, Andrés Molina Enríquez, Gustavo Baz y Maximiliano Ruiz Castañeda.

En el centenario (1927) de la creación del Instituto, los institutenses  formaron un comité organizador, encabezado por el Poeta Enrique Carniado, distinguido toluqueño e institutense, que en ese momento fungía como Director del Instituto, a quien acompañaron los maestros Silvano García, Servando Mier, Leopoldo Vilchis, Lucas Rojas Juárez, Carlos A. Vélez, Manuel García Rendón, Filiberto Navas, Aurelio J. Venegas, Luís A. González, Enrique Olascoaga Arratia, Mariano Olivera y Horacio Zúñiga, con el objetivo de realizar un reconocimiento a los maestros del Instituto.

Varias generaciones trabajaron para lograr la autonomía del Instituto, la cual se logró en el año de 1943, agregando la letra A por autónomo. Instituto Científico y Literario autónomo (ICLA).



Se decidió hacer una obra escultórica, el 3 de marzo de 1928, se colocó la primera piedra, siendo Director del Instituto el Lic. Eduardo Vasconcelos, que sustituyo en el cargo a Enrique Carniado, tras la renuncia de este último. Durante la gran Velada Conmemorativa del Centenario, el Día 3 de Marzo de 1928, fue exhibida la maqueta del monumento en el proscenio Del Teatro Principal; Se trataba del proyecto titulado “Plenitud y Senectud”, que giraba en torno a dos figuras femeninas, una joven y otra anciana, que iban a ser esculpidas por Don Ignacio Asúnsolo, sobre un monumento proyectado por el Arq. Vicente Mendiola Quezada, en clásico estilo Art. Decó.

Es de llamar la atención la forma en la que está escrito el año 1828, MCCMXXVIII, y no como marcan los cánones de la numeración romana MDCCCXXVIII.

El trabajo de cantera se realizó en el taller de unos hermanos de apellido Benítez, oriundos de Zacualpan. Junto a los símbolos y fechas ya mencionados, el monumento contiene la escueta inscripción: “A la memoria de los Maestros del Instituto Científico y Literario del Estado de México”
El Maestro Vicente Mendiola decidió ubicar el monumento en la esquina de lo que hoy es la Calle de Juárez, esquina con Instituto Literario, logrando un pancupe que le da una integración al resto del edificio.

En la cantera del basamento existen como símbolos La estrella de David y el Ouroboro que representan: Monumento al Maestro, La estrella, la dualidad, pero también la igualdad y la universalidad que gracias al conocimiento, iguala y hermana a los seres, sin importar su origen, raza o credo. La armonía, el equilibrio perfecto entre el Ser supremo y la humanidad, marcando la aspiración universitaria de lograr la armonía perfecta en la búsqueda de la sabiduría.

El triángulo superior representa el Ser Supremo, en tanto que el inferior, o invertido a la madre naturaleza. Los triángulos que le flanquean representan los cuatro elementos de la creación: Aire, agua, tierra y fuego.
La serpiente que se devora a si misma es la capacidad que brinda la ciencia y su conocimiento, de lograr la eternidad al conocer pasado, presente y futuro de la humanidad que se empeña en la práctica de las ciencias y el dominio de las artes.

El cronista Jesús Castañeda Arratia menciona para mostrar la importancia del Instituto la anécdota de don Daniel Cosío Villegas, alumno también: “Y menos sorprendente resultaba que yo no tuviera la más remota idea de donde estaba y como era la escuela preparatoria. No tenía yo otro dato que la admonición de la Señorita Rico, que recibió el certificado de mis estudios toluqueños y la solicitud de ingreso… A ella le parecía increíble que yo cambiara una escuela donde se estudiaba y se aprendía de verdad” (Jesús Castañeda Arratia, http://web.uaemex.mx/identidad/docs/cronicas/TOMO_XII/INSTITUTO_CIENTIFICO.pdf).

La historia de estos y muchos más institutenses dio pie para que se pensará en honrarlos. Es así como en el año de 2008 el rector José Martínez Vilchis por medio de un decreto declara el primer sábado de diciembre como el “Día de la Fraternidad Institutense” –aprobado por el H. Consejo Universitario y publicado en la Gaceta de la UAEM de agosto de este año- representa “el legado histórico que enlaza al Instituto Científico Literario con la Universidad.

En el evento, el representante de los institutenses en ese momento, César Pavón Salinas, entregó un reconocimiento al rector por la instauración del Día de la Fraternidad “por haber tenido la sensibilidad de plasmar en un documento histórico, como una sola, las dos etapas: la institutense y la universitaria, señalando así la unidad e identidad que durante tres siglos se ha venido construyendo”.

La tradición continua: el pasado sábado 2 de diciembre se llevó celebró el día de la Fraternidad institutense, encabezando la ceremonia el rector Alfredo Barrera Baca y los institutenses. El Dr. Rutilo Hugo Gómez Navarrete institutense, así como el Dr. Roberto Gómez Navarrete asistieron a la celebración.

Fuentes:
Jesús Castañeda Arratia
https://books.google.com.mx/books?id=zkEI6GMRJjAC&pg=PA13&lpg=PA13&dq=institutenses+del+estado+de+mexico&source=bl&ots=urDYqhQ06Q&sig=UJDuR_MmcdWsV-FTCsO-5qgpgfo&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwih-9_3i6zYAhWm14MKHeUJARA4HhDoAQhQMAk#v=onepage&q=institutenses%20del%20estado%20d

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