domingo, 10 de abril de 2016

"Las hijas bastardas de Apolo" , autor Rubén Darío. (1867-1916)


Poema presente en la celebración al Maestro Víctor Urbán Velasco.

I
Siete figuras aparecieron cerca de mí. Todas vestidas de bellas sedas; sus gestos eran ritmos, y sus aspectos armoniosos encantaban.

Al hablar, sus lenguajes eran música; y si hubiesen sido nueve, habría creído seguramente que eran las musas del sagrado Olimpo. Había en ellas luz y melodía y atraían como un imán supremo.

Yo me adelanté hacia el grupo mágico, y dije:

–Por vuestra belleza, por vuestro atractivo, ¿seréis acaso los siete pecados capitales, o quizá los siete colores del iris, o las siete virtudes, o las siete estrellas que forman la constelación de la Osa?

–¡No! –me contestó la primera figura–. No somos virtudes, ni estrellas, ni colores, ni pecados.

Somos siete hijas bastardas del rey Apolo; siete princesas nacidas en el aire, del seno misterioso de nuestra madre la Lira.



Y adelantándose la primera, me dijo:

–Yo soy Do. Para ascender al trono de mi madre, la sublime reina, hay siete escalones de oro purísimo. Ya estoy en el primero.

Otra me dijo:

–Mi nombre es Re. Yo estoy en el segundo escalón del trono. Mi estatura es mayor que la de mi hermana Do. Pero la irradiación de nuestros cabellos es la misma.

Otra me dijo:

–Mi nombre es Mi. Tengo un par de alas de paloma, y revuelo sobre mis compañeras, desgranando un raudal de trinos de oro.

Otra dijo:

–Mi nombre es Fa. Me deslizo entre las cuerdas de las arpas, bajo los arcos de las violetas, y hago vibrar los sonoros pechos de los bajos.

Otra me dijo:

–Mi nombre es Sol. Tengo nombre de astro y resplandezco ciertamente entre el coro de mis hermanas. Para abrir el secreto del trono, en la puerta de plata y en la puerta de oro, hay dos llaves misteriosas. Mi hermana Fa tiene la una; yo tengo la otra.

Otra dijo:

–Mi nombre es La, penúltima del poema de Mallarmé. Soy despertadora de los dormidos o titubeantes instrumentos, y la divina y aterciopelada Filomena descansa entre mis senos.

La última estaba silenciosa, y yo le dije:

–¡Oh, tú, que estás colocada en el más alto de los escalones de tu madre la Lira: eres buena, eres bella, eres fascinadora; deberás tener entonces un nombre suave como una promesa, fino como un trono, claro como un cristal:

Y ella contestó sonriente:

Sí.


Reconocimiento al Maestro organista Víctor Urbán.

Dr. Roberto Gómez Navarrete.

Hermanos todos:
Esta Asociación Civil, Unión Cívica Jiquipilco, les agradece su asistencia que consideramos memorable.

Nos llena de satisfacción cumplir con nuestros objetivos, los que cada día los rectificamos en las ideas armonizadas de la promoción de la cultura, así mismo nuestra sana intención es rescatar los hechos históricos de nuestro municipio y destacar a los seres pensantes cuyos valores humanos y singular talento ha dado prestigio a nuestra Patria chica.

Hasta el día de hoy manifestamos nuestra satisfacción porque nuestro mensaje va encaminado a los segmentos de la Sociedad Civil y desde luego en forma especial a la juventud, a la que consideramos como el baluarte del progreso futuro que está en sus manos, y precisamente esas manos serán las que modelen los eventos intelectuales en bien y provecho de la comunidad.

Homenaje al Maestro Víctor Urbán Velasco.

9 de abril de 2016.

Bajo la fronda de los árboles y escuchando el coro natural de aves entre las que destacan los colibríes, los mismos que de acuerdo a la leyenda maya  llevan de aquí para allá los pensamientos de los hombres, por lo que "si alguién te desea un bien tomara ese deseo y lo llevará hacia tí",  inició la ceremonia de reconocimiento a la trayectoria del Maestro Organista Concertista Víctor Urbán Velasco. Quien llegó acompañado de su señora esposa, hijas, hijos políticos, hermanas y sobrinos, lo que dio realce al homenaje, todos bienvenidos.

A la convocatoria acudieron integrantes de la Unión Cívica Jiquipilco A.C., autoridades ejidales y delegacionales de Santa Cruz Tepexpán, de Panté, de Jiquipilco y de Santa María Nativitas. Llegaron al paraje de Tzindetcha también miembros del Ateneo del Estado de México A.C,e integrantes de la Asociación Mexiquense de Cronistas municipales (Amecrom), invitados especiales todos.



El artista, Organista concertista reconocido por su calidad en todo el mundo es digno heredero de la tradición de su abuelo, el músico Mardonio Urbán y de su padre músico también, Pedro Víctor Manuel Urbán Silva, compositor y autor del primer Himno del Estado de México.